martes, mayo 13, 2008

METAPOEMAS DE NICOLAS MATEO


METAPOEMAS DE NICOLAS MATEO




Carcelero De Mí por Nicolás Mateo
Por Orlando Alcántara Fernández (Cristorly)

Epítome Del Meta-Lenguaje,



Hito De La Meta-Poesía

Y Turbulencia Poiética Frente Al Espejo.



Por: Orlando Alcántara Fernández (Cristorly)

¡Lee la Biblia! Filipenses 3:8-4:19.-

E-Mail: jc@resujesus.com

Sitio Web: resujesus.com

Teléfono: 1 (809) 528-0168



Es innegable el hecho que nos produce vértigo al leer "Carcelero De
Mí" de Nicolás Mateo que estamos frente a un hallazgo en el campo de la
Poiesis Pura, del Meta-Lenguaje y la Meta-Poesía marcando un hito indeleble que
demarca las frontes antes y después de "Carcelero De Mí". Lo que muchos
estábamos buscando, felizmente Nicolás lo ha encontrado. El meta-poema es
epítome de lo que significa la auto-reflexión, la auto-consciencia, el
Meta-Lenguaje. Ejemplifica el ABC de la Meta-Poesía de modo evidente y certero
sin ningún asomo de desperdicios ni de facilismos escénicos. La economía de
recursos fluye de principio a fin y así le oímos iniciar el poema
metalingüístico:



"Me mira el espejo
Y mi propia imagen entra por mis ojos
Me veo por dentro
Vaticino una tormenta en mi memoria
Las cavidades de mis ojos se ensanchan
El hilo de una pesadilla duerme en mi membrana"

La inserción del elemento onírico, que más apropiadamente es
meta-onírico como diría Jorge Piña y otros teóricos de la Meta-Poesía, es
una especie de logística empática que nos adentra a las entrañas del
auto-descubrimiento frente al espejo, el cual permanece incólume ante nuestra
mirada urticante e inquisitiva, quizás desaprensiva debido al peso enorme de
sabernos Sísifo queriendo ser el Ave Fénix que se remonta más allá de la
Resurrección para así ser pequeños Cristos en miniatura, desquebrajando las
ataduras de ese vidrio lleno de éter que nos mira cara a cara, frente a frente,
desnudándonos del ego en un dos por tres. Y así continúa nuestro Nicolás
Mateo de modo acertadamente óntico, nunca gnoseológico, ni si quiera
axiológico, ni deóntico:


"Rebusco mi esencia, me toco
Un alfiler se imanta en la retina
Miro a otro que cavila en mis adentros
Se espantan mis ojos de mirarse
Procuro desentrañar el misterio de mis sueños"



De nuevo el leit motiv meta-onírico da la pincelada audaz en la voracidad de
quien quiere auto-conocerse como si fuera acaso un Sócrates cualquiera, nunca
un Diógenes cínico, mucho menos un Mahatma Gandhi ecléctico. Aquí hay una
simbiosis entre el espejo y el sueño, dos elementos auténticamente
meta-poéticos, dos marcas de fábrica de la Meta-Poesía, y Nicolás produce la
feliz y genial amalgama de un modo espeluznante. Nos preguntamos: ¿De dónde
vino a surgir esta obra maestra? ¿Cómo fluyó el lápiz sobre el papel en la
mascota de Nicolás Mateo? De una cosa estamos seguros. Este meta-poema es de
escritura instantánea, de un sopetón, de un desesperado desgarrón del
corazón, de un jironazo al alma en vilo al borde del abismo vertiginoso de ser
un pequeño dios a lo Huidobro como diría Darío Tejeda, o quizás un clon como
posiblemente lo avizora Livia Díaz rememorando su propia ponencia exitosa que
también marcó un hito en el
devenir de la Meta-Poesía desentrañando el Meta-Lenguaje en lo Meta-Onírico
y sus elementos básicos: auto-reflexión, auto-conocimiento, auto-consciencia.
Veamos cómo sigue el meta-poema:


"Me vuelvo a descubrir en el candil
Que se hace lluvia de tanto mirarse
Otra es la fortuna y la desidia
Me espanto de saberme dentro
Y un estornudo estremece todo"



El candil se transmuta en lluvia y parece que el fuego se hace agua. Este poder
ideático que va más allá de cualquier imaginario gratuito hace de Nicolás
Mateo un meta-poeta arquetípico, magistral y genial. De eso no cabe duda.
Podríamos escribor todo un libro sobre este meta-poema y aún así no sería
exhaustivo. Prosigamos en el periplo nicolaseano:



"En la oscuridad no encuentro la salida
Se rompe el espejo
Me convierto en carcelero de mí



Estas son palabras mayores. Este es el final. Un final revelador. Un
rompimiento y un esguince al lector que se ve retratado en cada línea, en cada
verso. Ya sin espejo se hace trizas su otro yo. La alteridad se desvanece y el
meta-poeta deviene en carcelero de sí mismo. Obra maestra de la Meta-Poesía.
Nicolás Mateo: Arquetípico por lo original; magistral por lo instructivo; y
genial por lo inefable de un estro que estalla en infinitas astillas del espejo
para encontrarse solo, carcelero de sí, y como diría Daniel Martich,
"Aprisionado de mí", y como ya dijo un servidor, "Verdugo de mí",
produciéndose la meta-ósmosis, la estela de luz radiante y lo polivalente de
un meta-poema que generaciones futuras no podrán desentrañar. A continuación
leed el meta-poema completo de nuevo, por favor, y para el bien de nuestras
almas. Amén.









CARCELERO DE MI
Poema de Nicolás Mateo



Me mira el espejo
Y mi propia imagen entra por mis ojos
Me veo por dentro
Vaticino una tormenta en mi memoria
Las cavidades de mis ojos se ensanchan
El hilo de una pesadilla duerme en mi membrana
Rebusco mi esencia, me toco
Un alfiler se imanta en la retina
Miro a otro que cavila en mis adentros
Se espantan mis ojos de mirarse
Procuro desentrañar el misterio de mis sueños
Me vuelvo a descubrir en el candil
Que se hace lluvia de tanto mirarse
Otra es la fortuna y la desidia
Me espanto de saberme dentro
Y un estornudo estremece todo
En la oscuridad no encuentro la salida
Se rompe el espejo
Me convierto en carcelero de mí







Muerte de la duda



Aquí yace el grito de los dioses

las mentiras que repiten

los apóstoles de este tiempo

turbias verdades, la culpa

sotanas pecaminosas que condenan

campanas que venden perdón

púlpitos manchados

de pensamientos impuros

humildades aparentes

la complicidad terrenal

camello y aguja

aquí yace felizmente...

....la duda

POR EL ENVES DE MIS OJOS

Nicolas Mateo,


Me quedará tu boca
Pegada al aliento
En el espasmo del rocío
Tu nombre abrirá primaveras
Yo, estupefacto de vivir en ti
Haré de tu soledad una quimera
No habrá rencor que toque mi puerta
Y ningún agravio se mudará a mi voz
Lentejuelas salpicarán mis palabras
Para bendecir la grafía de tu entorno
Otros rostros se mudarán a ti
Y yo enloqueceré de tenerte
Con mis manos haré un rincón de tu forma
Yo que he ido tantas veces a tus adentros
Me marcharé.
Y una pena resbalará por el envés de mis ojos





DESALIENTO

Nicolas Mateo,

En un torrente de incertidumbre
Sólo perece la duda
Despierto huracanes en mis oídos
Y aquilato preguntas para respuestas no esperadas
Más allá del último suspiro
Una alforja de sueño descansa
Se hace enigma y lamentación
Qué, sino un sinsonte
Cabalga sobre esta nube de espanto
Y se hace verdad en la incertidumbre
No hay palabra ajena
Que no se haya pronunciado
Mil preguntas sin respuestas
Se ahogan en el fondo del mar
Este es el epitafio del espanto y la palabra
Un réquiem a petición de nadie
La última silaba pronunciada
El llanto y la agonía en la quimera
Profilaxis en la sombra de Dios





VOLVER A TI

Nicolas Mateo,

Poemas






Si quieres puedo volver a ti
Sin arrogancias ni desafíos
Sin triviales disculpas
Sin que intermedie un perdón
Puedo volver a ti
Con una mirada a cuesta
Como única bandera
Sin rebuscar culpable
Sin olvidar ni recordar lo que pasó
Si es que aún tu boca
Acaricia mi nombre con ternura
Puedo volver a ti en un segundo
Si me lo piden tus ojos
Antes de que se junten
Las manecillas del reloj
Puedo volver a ti
Sin sentimientos de culpa
Con la mente al horizonte
Ajeno al dolor
Sin resquemores
Ni rabias controladas
Volver a ti
Libre de malquerencias
Con la luna en una mano
Y con el pecho atiborrado de sol

SEMBLANZA

Nicolás Mateo

Nació el 4 de septiembre de 1964 en San Juan de la Maguana,
estudió ingeniería eléctrica y comunicación social en la Universidad
Autónoma de Santo Domingo, y cuenta con varios años de experiencia en ambas
profesiones.


Como ingeniero ha trabajado en la Comisión Nacional de Política Energética
(Coener), en la Oficina Supervisora de Obras del Estado, en la Corporación
Exim, y en la Empresa eléctrica Global Electromecánica S.A.; además de que
se ha desempeñado por varios años como contratista privado.


Como periodista ha laborado en el periódico El Nacional, En Radio Mil
Informando, en el periódico Hoy, de la Ciudad de Nueva York, y por varios
años ha sido articulista de diversos diarios del país, como el Sol, Ultima
Hora, El Nacional, Listín Diario y el Hoy.



Fue productor asociado y conductor de los programas "Fuera de Record",
Análisis/2" y "Dentro del Arte". A la fecha se desempeña como director de
Comunicación y Relaciones Públicas del Ayuntamiento del Distrito Nacional, en
la República Dominicana (el primer cabildo del América).


En el área literaria Nicolás Mateo ha obtenido premios de cuento, ensayo,
teatro y poesía en los concursos literarios de las entidades culturales
"Casa de Teatro", "La Alianza Cibaeña", del primer Santiago del nuevo mundo
y la "Sociedad Cultural Athene", de la ciudad de Azua de Compostela, entre
otros.



Publicó el libro de cuento "El Síndrome de Adiós y otros des-cuentos"
y tiene en carpeta publicar el libro "Sombra del Tiempo" (poesía). textos
literarios suyos han sido publicados en las antologías "Juego de Imágenes",
del escritor Frank Martínez; y en "La Ultima Flor del Naufragio", compilada
por el dos veces premio nacional de literatura Pedro Antonio Valdez.



Realizó una considerable labor teatral actuando y dirigiendo, indistintamente,
entre
otras obras: "La empresa perdona un momento de locura", "En la parada
Llueve", "Colón en el siglo XX" (de su propia autoría), y "El otro abril".